miércoles, 25 de mayo de 2011

REFLEXIÓN BLOQUE 2

En este bloque he aprendido el recorrido histórico de la literatura infantil de autor desde finales del S. XIX hasta nuestros días. Y no sólo las aportaciones de numerosos autores extranjeros sino también en lo que dio de sí, en España.

Me ha resultado una información interesante ya que no sabía los principios y orígenes de la literatura infantil. Eso me ha hecho cuestionarme cuanta falta ha hecho, y me decepciona que no se haya pensado en el público infantil y en su cultivo literario, hasta bien entrado el S. XX.

Con respecto a la prosa de autor, hay que admirar las grandes aportaciones de numerosos autores y creadores, desde Calleja hasta Bartolozzi, de Bonsels a Brunhoff, pasando por Borita Casas hasta las ediciones de libros de “Barco de Vapor”

Quiero detenerme en la importante contribución que hizo en los años 20, una admirada autora llamada Encarnación Aragoneses Urquijo. Con este nombre se desconoce qué es lo que elaboró, pero si digo su seudónimo, puede que se disipen mejor las dudas. Hablo de Elena Fortún y su famosa serie de libros, con una peculiar protagonista llamada Celia.

Ahora si ¿verdad?

Pues con sus publicaciones (que después se convirtieron en serie de televisión) despertó el interés de los niños con su pizpireta protagonista. Celia supuso un cambio en la concepción de libros para niños, ya que ésta no resultaba ser un personaje plano, y por el hecho de que tuviese cualidades propias de los niños, éstos se identificaban con ella.

Además de eso, éste personaje iba creciendo madurativamente, al igual que sus lectores, por lo que provocó mayor interés en el transcurso de sus vivencias.

No he leído sus cuentos, pero sí que he visto la serie basada en éstos en los años 90. Le tengo especial cariño a esta serie ya que son mis primeros recuerdos de llegada a Madrid. Y soy consciente de que no soy la única que lo piensa porque fue una exitosa serie para muchas chicas de mi generación (y no sólo de la mía, también público menor o mayor que yo).

También quiero mencionar la importante labor de Gloria Fuertes. El gusto por la poesía se lo debo a esta reconocida “poeta”. Y no sólo yo debo agradecerle esta “apertura” poética, sino miles de niños, que como yo, no mostraban interés por la hermosa lírica.

Sus dicharacheros poemas, con divertidas rimas y exaltación de mundos mágicos es su sello de oro.

Lo que no sabía al respecto de su formación como ilustre poetisa es el descubrimiento del nonsense, debido a observar canciones de guardería sencillas llamadas “nursery rhymes”. Es ahí donde, buscando información al respecto conocí la canción, que muchas personas me han cantado y que yo nunca había escuchado: “Meri tenía un corderito” (como el nombre de mi blogspot).

Por eso y por muchas cosas más, considero importante no sólo transmitir literatura a los más pequeños, sino inculcar el gusto por la misma, además de hacerles partícipes de la diversión que llega a emitir las creaciones de muchos autores (ya sea en prosa, poesía o teatro) que en su día, pensaron en los niños y decidieron aportar luz en la oscuridad.

Y no me enrollo más, que tengo más cuento que Calleja J

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