sábado, 21 de mayo de 2011

CÓMO ELEGIR UN CUENTO FOLCLÓRICO DE MANERA APROPIADA.

Es una pregunta que los maestros se pueden llegar a cuestionar, y gracias a esta asignatura, he aprendido a disipar esas dudas.


Lo primero que hay que hacer es observar qué tipo de libro es: adaptación, traducción o recopilación.

En las adaptaciones, lo primero que hay que mirar es en la edición, es decir, quién se responsabiliza de él. Además en las adaptaciones, suele haber un prólogo que haga ver al lector los motivos que le han llevado a realizar dicha adaptación y los criterios que ha seguido. Si en el libro, no pone a quién a adaptado la obra y las causas que le han llevado a adaptarlo, no es recomendable tenerlo.


Si nos fijamos en las traducciones de cuentos al idioma correspondiente, debe constar si su traducción es literal o no. Los libros de traducciones literales suelen ser adecuados ya que se rigen exclusivamente en plasmar, palabra por palabra, lo que aparece en el argumento original. En tal caso, el nombre del traductor debe constar.


En el caso de una recopilación, no hay que dejarse llevar por los libros tipo “365 cuentos…” ya que suelen ser resúmenes de cuentos y no plasman literalmente el cuento folclórico original. Del mismo modo que en las traducciones, hay que contemplar quién se encarga de esas recopilaciones, cuáles son los cuentos elegidos y con qué finalidad los ha elegido. Si no aparecen los responsables y sus pretextos de recopilación, no es una buena elección.

Hay que destacar que los cuentos folclóricos no son para niños, así que si encontramos un libro qué se titule “Cuentos folclóricos para niños” no es aconsejable comprarlo.

Con esto, también hay que decir que siempre se cuestiona que, por el hecho de tener un gran formato, es un buen libro y por eso, hay que pagar más por él. La buena literatura, tanto infantil como adulta, no tiene porqué ser cara.

Para finalizar, quiero decir que lo suyo, como suelen hacer los maestros, es realizar adaptaciones para el grupo de niños a quién va dirigido. De esta forma, personalizas mucho más el sentido del receptor, ya que una maestra conoce “al dedillo” el nivel madurativo de sus alumnos, y al adaptarlo, sabes que la transmisión del mismo va a ser adecuada para ellos.
 
Pero para saber adaptar tenemos que saber elegir. Así que, como futura maestra, me van a venir muy bien estos consejos.


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