martes, 24 de mayo de 2011

BLOQUE 5: FORMAS DE TRANSMISIÓN LITERARIA

Vamos a terminar este bloque de la asignatura con diferentes maneras de comunicar literatura a los niños.

En Infantil, los niños no se muestran predispuestos a la lectura (hay que entender que son “prelectores”. Algunos de ellos aún no saben leer, y de hacerlo, no entienden ni siguen la historia de un relato).

 

Para motivar y acercar a los niños a la literatura y a las múltiples ventajas que aporta la lectura, las maestra de educación infantil cuentan con las siguientes formas de transmisión:


CUENTACUENTOS
Es la forma más antigua de transmitir literatura, ya que la única forma de transmisión (antes que la escritura) era la oral.

 

El transmitir a modo de cuentacuentos supone contar un cuento o historia sin libro, es decir, sin ningún tipo de apoyo con escritos o con imágenes. Esto hace que la comprensión de los relatos, haga hincapié en 2 elementos básicos: la comprensión lingüística (que se entienda lo que se está contando) y la imaginación propia de los oyentes presentes. Esto último es importante dado que, los niños tienen una capacidad de imaginación inmensa, y el principal propósito que tiene los cuentacuentos es estimular la imaginación de quienes escuchan, así que su uso es muy apropiado para esta etapa.

 

Además de la imaginación, los cuentacuentos estimulan el gusto por el texto escrito y fomentan la comprensión oral.

 

Una vez explicado esto, surgen las dudas de cómo realizar un cuentacuentos ¿Verdad? Pues parece más sencillo de lo que se puede llegar a pensar.

 

Para empezar, dependerá de la edad de los niños. Y digo niños porque de ser para adultos, sería como monólogos, al estilo “El Club de la Comedia” (por ejemplo).

 

Debido a que el público es de infantil, se deberá interactuar con ellos, fomentar su participación, buscando respuesta a sus reacciones (gestos de la cara, movimientos, posibles preguntas…). Lo importante aquí es la manera de contar, favorecer el interés de los niños.

 

El uso de los cuentacuentos es más propicio para hacerlo con cuentos folclóricos, ya que siempre se han contado de manera oral. Lo mejor es tener muy claro lo que vas a transmitir, seguridad, confianza, saberte muy bien el cuento.

 

Y aunque, no se tenga apoyo ilustrativo, se pueden utilizar recursos que ayuden a contar mejor el cuento: elementos que hagan alusiones al cuento, objetos que aparecen en él, marionetas que hagan de narrador, de los personajes…Se pueden hacer cambios de voz para cada diferente personaje, siempre teniendo en cuenta que si el cuento tiene muchos personajes, se tienen que mantener durante todo el cuento, las mismas voces para cada personaje a quien se le ha atribuido la correspondiente voz. De no ser así, los niños se harán un lío con las voces y pueden perder el hilo y el interés de la historia (incluso quién lo cuenta se puede liar con tantas voces).

 
NARRACIÓN CON LIBRO
Se trata de contar un libro con apoyo visual. No es leer lo que pone el cuento, sino contar a nuestra forma, lo que hay dentro de él, guiándonos con las imágenes.

 

Es más apropiado que se narren cuentos de muchas imágenes y poco texto, imágenes que desarrollen una historia o álbumes de imágenes en el que tenga la misma importancia la imagen que el texto (pero en este caso no se le prestará atención a las frases del cuento, si no a las frases de quien lo narra).


Éstos últimos son bastante socorridos en el primer ciclo de Educación Infantil, dado que los más pequeños se fijan mucho más en las imágenes y las fotos, que en el texto que contengan (no saben leer, y las imágenes ayudan a entender el hilo de la historia).

 

No hace falta que se realicen cambios de voz, dado que, se está narrando los acontecimientos que transmiten las imágenes.


LECTURA
La misma palabra lo define, es leer y no contar. Se basa en la lectura literal de lo que hay escrito en un cuento. Pero el hecho de que se lee no quiere decir que la realización resulte aburrida.

 

Para que no ocurra, se ha de leer de manera expresiva, pero sin exagerar mucho la entonación, y se puede fomentar la colaboración con los niños enseñando los dibujos (requiere de especial habilidad para colocar bien el libro y que todos los niños puedan verlo, mostrarles las imágenes que tengan sin dificultad, y que quién lo cuente, vea adecuadamente el texto para poder leerlo)

 

No es muy lógico hacer voces ya que se trata de una lectura y no una teatralización leyendo el texto. Lo suyo es ser fieles a la lectura del libro.


Una vez mencionadas las tres estrategias, se puede utilizar en cualquiera de las tres, una actividad motivacional o introductoria al principio, de manera que resulte atrayente, desde el principio, para el oyente: disfrazarse, utilización de la “caja mágica”... Lo que realmente resulta atractivo para los niños es la creación mágica que surge con la transmisión de cuentos.


Cuando se termina la narración, la lectura o el cuentacuentos, se puede interactuar con los niños realizando preguntas, pero siempre teniendo en cuenta que el objetivo de esas preguntas no es para comprobar si han estado atentos o no, sino para verificar que han disfrutado con la literatura.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.