En este primer bloque hemos aprendido a estructurar y organizar un proyecto de biblioteca de aula.
Para poder realizar dicho cometido, mi grupo de trabajo y yo hemos tenido que investigar a fondo, lo que supone administrar una biblioteca de aula, ya no sólo con los fondos (maneras de conseguir libros, cómo ordenarlos, especificar para qué nivel de edad va dirigido) sino en la forma de ambientar y dinamizar una buena zona de lectura.
Dicho proyecto ha resultado ser muy atrayente, ya que nunca me había planteado hacer una biblioteca en aulas de infantil, y por ende, ha sido estimulante y participativo.
Pero a su vez, también ha resultado muy comprometido, sobre todo, porque no sabes por dónde empezar. La información buscada ha ido ilustrando posibles propuestas, pero hay que decir que la mayoría de los datos eran algo desordenados y en algunas partes, insuficientes. Por ello, hemos tenido que hacer una “mezcla” de lo encontrado (recurriendo a más de una fuente de información), haciendo hincapié a aquellos aspectos que aparecen de manera escasa, o poco aclaratoria.
Aún así, creo que el esfuerzo tiene su recompensa, y hemos sabido defender un proyecto de biblioteca de aula muy chulo. Esto ha beneficiado en desarrollar capacidades de trabajo en grupo, en donde pienso que en mi grupo, nos hemos coordinado de manera eficaz y positiva.
Quiero destacar los múltiples beneficios que tiene la animación a la lectura, considerando que, tener una biblioteca de aula, debería estar presente en todas las clases (no sólo de infantil, sino también en cursos posteriores). Los libros suponen un beneficio importante en la ayuda de esclarecer posibles dudas, o datos desconocidos (buena fuente de información). Pero a su vez, la lectura de los mismos es un aliciente a la imaginación, a la expresividad, al conocimiento y a la diversión.
Muchas veces se dice que “quien tiene un amigo, tiene un tesoro” Pues yo considero que “quien tiene un libro, tiene un tesoro”.
Personalmente, los libros son para mí un gran soporte de entretenimiento y disfrute. También ha ayudado a que actualmente disfrute de la lectura, un buen modelo a seguir: MI PADRE. ¿Quién podía decir que un libro pudiera aportar tanta compañía? Para mí son grandes compañeros de convivencia y de viaje.
Por ello, considero importante que se fomente el gusto a la lectura desde bien pequeños, no sólo como herramienta didáctica, sino como manera de mostrar lo bella que es la literatura.
Gracias a este bloque, pretendo en mi futuro como maestra, vincular, transmitir y promover el disfrute de los libros con mis alumnos, explotando al máximo el “jugo” de sus múltiples enriquecimientos.
Perfecto.
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