domingo, 13 de marzo de 2011

Bloque II: LITERATURA DE AUTOR. Los álbumes ilustrados

Antes de realizar un recorrido histórico a cerca de la literatura infantil, me gustaría dejar claro el concepto álbum ilustrado.


En sí mismo, yo creía que podía llegar a deducir su significado, (la palabra álbum, siempre lo identifico con la palabra fotos, y con ilustrado, tiene que ver con ilustraciones, es decir, imágenes).


Pero no sólo es un libro con imágenes. Es mucho más que eso.
Para empezar, puede tener texto y no sólo imágenes, por lo que, de tenerlo, en el libro se desarrollaría una narración.

 

Pero lo que más caracteriza un álbum ilustrado es la posibilidad de que con sólo las imágenes, el lector es capaz de conocer la historia, es decir, las ilustraciones tienen continuidad y secuencia en el desarrollo del relato.

 

Por ello, suele predominar unas grandes ilustraciones que ocupan toda la página y unas pequeñas líneas (no más de 5) de texto.



PROSA finales S. XIX – principios del S. XX


Ahora sí, comenzando el recorrido histórico de la literatura infantil, destaca en España, el pedagogo, editor y escritor Saturnino Calleja Fernández, que con su colección de cuentos al alcance de todos los bolsillos infantiles, fomentó el gusto por la literatura infantil en la época.

 

Su padre, Fernando Calleja Santos, fundó en 1876 un negocio de librería y encuadernación en Madrid, que fue comprado por Saturnino, en 1879, y que éste convirtió en la Editorial Calleja, que llegó a ser la más popular en España, en Hispanoamérica y en Filipinas.

 

Saturnino Calleja realizó dos importantes novedades en el mundo editorial de la época: publicó grandes tiradas de los libros y cuentos (con muy pequeño margen de beneficio, con lo que abarató mucho los precios) e ilustró todos ellos con dibujos de los mejores artistas, logrando así unos cuentos atractivos y al alcance de los bolsillos de menor poder adquisitivo, acostumbrando a leer, con ello, a varias generaciones de niños.

 

La mayoría de los cuentos fueron elaborados por escritores anónimos asalariados, y por lo que he encontrado investigando un poco algunos de esos escritores fueron:


José Muñoz Escámez, que elaboró un centenar de ellos recogidos posteriormente en el volumen Azul Celeste (1902); Juan Ramón Jiménez, que trabajó en su juventud en la editorial y Jesús Sánchez Tena, que escribió e ilustró cuentos para la editorial.

 

Entre 1915 y 1928, los Cuentos de Calleja llegaron a alcanzar sus máximas notas de originalidad, buen gusto y carácter innovador, bajo la dirección artística de Salvador Bartolozzi. (Que describiré posteriormente).


Pero la Editorial Calleja no sólo publicó cuentos, sino también libros texto y libros de Pedagogía (muchos de estos escritos por el propio Calleja), así como literatura clásica (varias ediciones del Quijote, la primera edición completa de “Platero y yo”…), diccionarios como el “Diccionario manual de la lengua española”, atlas, libros de medicina, higiene, derecho, baile, cocina, etc.

Los cuentos de Calleja fueron la lectura de todos los niños que vivieron en las primeras décadas del siglo XX. Eran cuentos con letra pequeña, con algunas ilustraciones en blanco y negro y con un contenido divertido, aunque sus personajes resultaban ser planos, se describían con uno o dos adjetivos característicos, por lo que podría llegar a dificultar que los niños se identificasen con los personajes. Además de eso, su contenido era de carácter moralizante y didáctico.

Aún así, gracias a Calleja, los niños españoles conocieron a Hans Christian Andersen, a los hermanos Grimm, Los viajes de Gulliver, Las mil y una noches y toda una serie de versiones de autores españoles.

A mí me resultan conocidos más bien por el famoso dicho “tienes más cuento que Calleja” J 


Ya que lo he mencionado, Salvador Bartolozzi Rubio, hizo que su publicación semanal Pinocho, se convirtiera en la lectura infantil más característica en la España de los años 20. La colección de historietas Aventuras de Pipo y Pipa también cosechó bastante éxito.

Otra autora célebre de finales de los años 20 es Encarnación Aragoneses Urquijo, más conocida por su seudónimo literario Elena Fortún y su famosa serie de libros infantiles con Celia como protagonista.

 

Empezó a escribir para niños en 1928 en la revista Blanco y Negro. Pronto las historias de la niña madrileña Celia, que cuestionaba el mundo de los adultos, cuajaron entre los lectores infantiles de manera tal, que la editorial Aguilar se interesó por la obra.

 

Así fueron viendo la luz títulos tan conocidos como Celia, lo que dice, Celia en el colegio, Celia y sus amigos, Celia novelista o Celia madrecita.

Por primera vez, Elena Fortún, aporta continuidad a las historias de Celia, el personaje va creciendo (comienza con 7 años y acaba siendo una mujer adulta). Eso hace que tenga numerosos seguidores por el hecho de lograr identificarse con la protagonista, ya que tanto el personaje como sus lectores, crecían al mismo ritmo.

 

Ya en los años 90, se emitió una serie de televisión basada en esta peculiar niña. (Ver la serie Celia, son mis primeros recuerdos de recién llegada a Madrid).

(Información sacada de http://es.wikipedia.org)

 

Destacando un autor extranjero, en este caso, alemán, el escritor Waldemar Bonsels, sobresale con el único libro que escribió dirigido a público infantil La Abeja Maya. Posteriormente, derivó en una serie de dibujos animados en los años 90 (que recuerdo con muchísimo cariño).


    
También hay que mencionar al escritor francés, Jean de Brunhoff, con su popular libro infantil L'Histoire de Babar (La Historia de Babar).


Aquí dejo información a cerca del origen del elefante Babar:


 
La historia está basada en los cuentos que Cecile, la esposa de Brunhoff, relataba a sus dos hijos, Laurent y Mathieu.

Se trata de un pequeño elefante que parte de la jungla y llega a una ciudad, en la que se viste como hombre. Al regresar a su hogar, es coronado rey de los elefantes.
  

Este relato les agradó de tal forma a sus hijos que se lo contaron a su padre. Así fue como a Jean de Brunhoff (que era artista y pintor) se le ocurrió realizar un libro ilustrado para uso familiar.


Luego su hermano Michel de Brunhoff y su cuñado Lucien Vogel, lo publicaron en 1931 en la editorial Éditions du Jardin des Modes bajo el título de L'Histoire de Babar le petit éléphant (La Historia de Babar el pequeño elefante).


Jean de Brunhoff publicó seis historias más antes de su fallecimiento en 1937. Su hijo Laurent de Brunhoff, quien también era un talentoso escritor y pintor, continuó la serie a partir de 1946 con Babar et Ce Coquin d'Arthur y muchos más. Fue él quien hizo la adaptación de las aventuras de Babar para la televisión francesa en 1969.



(Información sacada de http://es.wikipedia.org)


 
En los años 50, había un gran éxito con las series radiofónicas, que normalmente, iban dirigidas a un público masculino. Pero se logra innovar ese fenómeno con la serie “Ama Rosa” que iba dirigida especialmente a mujeres. (Ahora entiendo el paripé del “Po Zí” con su “¿has tiraó la fruta Ama Rosa?” :P)


También decidieron abarcar a más público, en este caso, el infantil, con series radiofónicas que posteriormente se convirtieron en libros: “Matilde, Perico y Periquito” y la más famosa “Antoñita, la fantástica”.

 


Aquí dejo más información a cerca del origen de estas dos series, convertidas en libros:



Matilde, Perico y Periquín


Fue un serial radiofónico enmarcado en el estilo de comedia costumbrista y producida por la cadena SER. La serie, que comenzó en los años 50 y no terminó hasta la muerte de uno de sus protagonistas, Pedro Pablo Ayuso, en 1971, estaba patrocinada por Cola-Cao, algo relativamente novedoso en aquel momento.


El autor de la serie fue Eduardo Vázquez, y dieron voz a los personajes principales Matilde Conesa (Matilde), Matilde Vilariño (Periquín) y Pedro Pablo Ayuso (Perico), mientras que Carmen Martínez, Juana Ginzo y Agustín Ibáñez interpretaron a personajes secundarios.


Los episodios, de 10 a 15 minutos, habitualmente mostraban la vida cotidiana de una familia española supuestamente típica, en la que los padres trataban de no dejar ver su bajo nivel de vida, sólo para ser puestos en evidencia por la sinceridad de su hijo pequeño, por ejemplo ante su maestra (Doña Pepa Cifuentes) o ante su vecina metomentodo.


El serial, datado de 1955, tuvo un enorme impacto en la audiencia española, lo que le permitió mantenerse en las ondas durante 16 años.


Por la tarde, hacia el crepúsculo, poco antes de cenar, la familia se pegaba al receptor radiofónico para escuchar uno de los programas familiares que más éxito popular tuvo en aquellos años 50 y 60 en España. Matilde, Perico y Periquín, serial que siempre terminaba con don Perico, es decir, el papá de Periquín llamando con ironía, que escondía sus verdaderas intenciones, al niño: "¡Periquín guapo, ven aquí…!" Porque toda la trama de este serial consistía en describirnos las travesuras que día a día cometía el pequeño Periquín.



Antoñita la fantástica

Liboria Casas Regueiro, más conocida como Borita Casas (Madrid 1911 - 1999), fue escritora española de literatura infantil y juvenil, y creadora del personaje Antoñita la Fantástica.


Encuentra trabajo como locutora en Radio Madrid, en donde su personaje de Antoñita la Fantástica cobró gran popularidad con unas emisiones de 1948 titulada Charlas de Antoñita y Don Antonio.


La idea de este famoso personaje es debido a que, dos compañeros de radio Madrid, Pototo y Boliche, que como payasos coprotagonizaban un programa para niños, animan a Borita a crear un personaje infantil. Así surge Antoñita, la niña que va a la radio con su chacha Nicerata para hablar con “Don Antonio”. Borita Casas presta la voz a Antoñita, mientras que Antonio Calderón y Josefina Carreras interpretan a Don Antonio y Nicerata, respectivamente.



La mezcla de "realismo" y fantasía facilitaba por una parte la identificación de una adolescente de la época con la protagonista y por otra parte el deseo de buscar una escapatoria a la dureza de la realidad cotidiana. Así Antoñita habla con las “musarañas”, viaja al país de Babia, acompaña a los Reyes Magos en el reparto de juguetes, conversa con una vieja lámpara de tulipa, pasa una noche con el viejo “Conciliasueños”, las velas de la tarta de su décimo cumpleaños narran historias y Borita Casas comienza su viaje en busca de las amigas de Antoñita a través de un mágico imán proyectado sobre la pared de su salita.

Pronto comienza Borita Casas a llevar sus historias a otros espacios, tales como actividades benéficas o el Teatro de Monigotes de los domingos, en los escenarios del Teatro Alcázar y el Teatro Albéniz de Madrid, alternando con los mejores cómicos del momento, “Tip y Top”, es decir, Luis Sánchez Polack y Joaquín Portillo.


En 1947, cuando el programa radiofónico podía estar empezando a decaer, Consuelo Gil Roesset, directora de las revistas juveniles "Chicos y Mis Chicas", de una colección de novelas y de Gilsa, S.A. Ediciones, visita Radio Madrid y se interesa por la publicación de las peripecias de Antoñita. Tras un tiempo de colaboración en forma de historias semanales en la revista, se publica en Madrid el primer libro en 1948, con dibujos de Mariano Zaragüeta. Todos los volúmenes editados por Gilsa ofrecen los dibujos de Zaragüeta, excepto: “Antoñita la fantástica en el País de la Fantasía” y “Otra vez Antoñita la fantástica”, que no especifican el nombre del dibujante; “Antoñita la fantástica en México” con ilustraciones de Federico Blanco.


Posteriormente serán reimpresos en Pinto (Argentina), los siete primeros libros por Editorial Rollán (entre 1969 y 1973), con algunas variantes: alterando el orden de la primera publicación, se organizan cronológicamente, cambian el título y alguno de los libros es adaptado y ampliado. Más adelante, también en Argentina, Andina S.A. Editorial (entre 1982 y 1984) publica los doce volúmenes de la colección.


Más cercanas están las últimas ediciones españolas: Editorial Edaf, S.A. (entre 2000 y 2004) reedita algunos volúmenes de la serie; y en 2008, Ediciones Altaya, S.A. publica nuevamente los libros dentro de la colección "Las lecturas de cuando éramos niñas".


Este ciclo novelístico recorre la vida de Antoñita desde los siete años hasta los veinte aproximadamente. Es la historia de una niña que crece en el Madrid de los años cuarenta y se hace mujer al comienzo de los años cincuenta, en pleno franquismo.


Antoñita es una niña de clase media acomodada que vive las aventuras de la época, en el colegio, en su casa, en la playa, en la sierra... Hay otros personajes que comparten el éxito con Antoñita: su chacha Nicerata, buena y dócil; la tía Carol; Pepito, su hermano, e Isabel, su hermana pequeña, a la que siempre llamará Titerris; la cocinera Remigia; su tía Rosalía y sus primos Paquito y Pichichi; sus padres, su abuela, las monjas; sus amigas Malules, Josefita, “Melocotón”, y otros amigos y vecinos.


En 1948 aparecía el primer volumen. Su amplia demanda suscitó la continuación hasta un total de siete volúmenes. Tras un lapso de diez años, impuesto en parte por la residencia de la autora en Iberoamérica con motivo de su matrimonio, al regresar a España reanuda la publicación de la serie hasta completar un total de 12 volúmenes.


Borita Casas escribe con gracia y alegría, con un estilo espontáneo y fresco que le sirve para poner en evidencia aspectos de la sociedad que no le gustan y los defectos de los adultos. En su pretensión realista, la autora trata a menudo de representar por escrito el lenguaje de los personajes populares, el de los niños, los extranjeros, etc.


Utiliza preferentemente la estructura del diario en primera persona, pero procura darle variedad a esos esquemas narrativos. El catolicismo ocasional de algunos pasajes responde a exigencias fácticas: la editorial se fundó con el dinero de un carlista que exigía que la línea de publicación estuviese de acuerdo "con la ideología de Menéndez y Pelayo".


Antoñita tuvo un éxito sin precedentes, tanto que Borita Casas decidió hacerla crecer para que viviera también al lado de sus lectores; además, la sacó de las ondas y las letras de molde para los más pequeños por medio del Teatro de monigotes, obras que se representaron en el Teatro Alcázar de Madrid.


Casas recibió la crítica positiva de escritores como la periodista Josefina Carabias y los humoristas Álvaro de la Iglesia y Ramón Gómez de la Serna, así como del mismo Jacinto Benavente, consiguiendo incluso el premio anual de libreros de Madrid.


A finales de los cincuenta contrajo matrimonio y marchó a Iberoamérica. A partir de 1962 y debido a la estancia de Borita Casas en Argentina, Andina S.A. Editorial reimprimió las novelas que con títulos ligeramente diferentes, con algunas adaptaciones e incluso ampliaciones, en siete volúmenes, había publicado Editorial Rollán.

(Información sacada de http://es.wikipedia.org)

En los años 60, se comercializa tarjetas tipo postales, pero con cuento,. En ellas se iba desarrollándose la historia y aparecían dibujos que ilustraban el cuento.



En los años 70, se les inculcaban a los estudiantes de los colegios lectura obligatoria, y por ello, sacaron a la venta una edición de S.M. llamada “Barco de Vapor”.



Yo he heredado de mi hermano numerosos libros de “Barco de Vapor”. Los que más me gustaban eran “Fray Perico y su borrico” y “El Pirata Garrapata”.



"Mariquilla la pelá" es otro al que le tengo especial cariño, aunque en su día me cogí un buen berrinche cuando me lo regalaron. ¡Mi hermano no paraba de meterse conmigo! :)






















2 comentarios:

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.